miércoles, 23 de julio de 2008

Fabricación de una HOMBRERA (1)

¡AVE!

En esta ocasión hemos empezado ha fabricar una Hombrera que también era muy usada por los Gladiadores, ya que gracias a su diseño cumplía la labor de Protección-Penalización que era tan común entre sus armaduras.

Esta en concreto era muy usada por los Retiarios, ya que aunque protegía el hombro izquierdo (el del tridente) también reducía en campo visual al mirar por encima de dicho hombro.


Para este trabajo también usaremos una de las estanterías que tan buen resultado nos dio en la Manicae. Pero antes de ponernos a trabajar la chapa debemos hacer un “molde” para poder darla forma.

Nosotros hemos usado varias planchas de DM de 2 cm de espesor, cortadas en forma de “U”con una sierra de calar, con un diámetro de aproximadamente 15 cm en su parte redonda. Después las hemos pegado y atornillado unas a otras, y finalmente las hemos fijado a una plancha sin cortar.

Ahora cortaremos la chapa con la sierra de calar y una hoja de corte para metal, después quitamos las “rebabas” del corte y redondearemos las esquinas con la radial y un disco de lija.

Para “hundir” la chapa debemos tener un martillo especial que se usa para esa labor, pero que podemos fabricarnos nosotros mismos con un “martillo de bola” y la radial, tal y como podemos ver en esta Web: http://www.arador.com/articles/sinkinghammer.html Está en Ingles, pero simplemente con ver los dibujos y fotos te enteras de lo que hay que hacer.


Cuando tengamos el martillo, fijaremos la chapa y el “molde” a una mesa por medio de unos sargentos. Los cuales tendremos que apretar continuamente ya que con los golpes de martillo se aflojan.


Ahora toca empezar a dar forma a la chapa a golpe de martillo, por lo que es muy recomendable usar tapones o cascos de protección auditiva, ya que los oídos se resienten mucho.

Empezaremos a golpear por la parte central, e iremos acercándonos a los bordes poco a poco. Podemos hacer unas marcas con rotulador para ver hasta donde podemos golpear.


Tras golpear muchas veces, la chapa se irá hundiendo, pero es muy posible que toda la pieza empiece a deformarse, por lo que tememos que tener cuidado.


Cuando tengamos un hundimiento mas o menos uniforme, debemos hacerlo mas profundo y regular. Para eso utilizaremos una bola de metal de gran tamaño.


Con la bola golpearemos la chapa con fuerza, pero a su vez con mucho cuidado de no pillarnos los dedos. También tenemos que tener cuidado de que no se raje la chapa, ya que al golpear la chapa lo que hacemos es “expandir” el metal, por lo que pierde grosor en esa zona.


Cuando tengamos la forma definitiva, debemos eliminar las deformidades que se han producido con el martillo, pero eso lo realizaremos en otra sesión, cuando tengamos tiempo y nos deje de doler el brazo de tanto golpe.

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